La importancia del equipo auxiliar

Muchas veces acudimos a una consulta dental y pensamos ¡Qué bien me han tratado! Normalmente esa afirmación tiene como protagonista al dentista, que lleva la mayor responsabilidad. Pero hay que resaltar la labor importantísima que realizan otras personas en el centro, no siempre suficientemente valoradas.

Las auxiliares de la consulta son las primeras en recibir al paciente. Su sonrisa, su arreglo personal y la educación abren las puertas a la confianza y tranquilidad que necesitamos para el tratamiento.

Además de ser la primera persona con quien hablamos al ir al dentista, encontramos a alguien en quien confía el profesional y el paciente.

Tiene la responsabilidad del orden, la higiene, la intendencia y algo muy serio: la correcta esterilización del instrumental. Una buena asistente cuidará que en las intervenciones esté todo el material al alcance del profesional y en las mejores condiciones. Le servirá de eficaz instrumentista para facilitar el trabajo clínico. Han de tener temple en las situaciones de tensión en la cirugía.

Son las personas a las que -quizá con más confianza que al dentista- acudimos para que nos explique de nuevo o de modo más coloquial el tratamiento recomendado.

En la actualidad reciben una formación específica y continuada. Estudian anatomía, fisiología, ergonomía, nutrición… deben conocer los fundamentos de la prevención de las enfermedades transmisibles. Llama la atención su asistencia masiva a congresos y cursos. Es pues un trabajo tal vez menos vistoso pero fundamental en la clínica.

Han de llevar la agenda, resolver los problemas de las citaciones para que el paciente pueda encontrar el mejor momento. Conocer los tiempos de tratamiento y recordar las revisiones.

Todo esto no se hace sin una buena dosis de paciencia y sacrificio. Además, en el caso de las mujeres, añaden a su profesionalidad ese toque femenino que hace de la consulta un lugar más grato y humano, con las flores, el orden, la simpatía…

Muchas veces -por no decir siempre- el éxito del profesional va apoyado y reforzado por la excelencia de su auxiliar.

Por todo esto me gustaría que este artículo sea un pequeño reconocimiento a su labor.

Dr. Ignacio Martínez Esteban