Protocolo de desinfección y esterilización

En nuestra consulta consideramos fundamental la seguridad de los pacientes y de todas las personas que en ella trabajan.

Por ello realizamos, con el máximo rigor, la desinfección y esterilización del instrumental médico.

Nuestro personal está capacitado para ésta labor y además realizamos con frecuencia cursos científicos de actualización.

La responsabilidad recae especialmente en las auxiliares e higienistas aunque todo el equipo contribuye en este trabajo.

Es importante distinguir entre lo que es la desinfección y la esterilización.

Mediante la desinfección se eliminan la mayor parte de los agentes patógenos, pero no todos los microorganismos.

La esterilización es el proceso de eliminar bacterias, virus, hongos y priones.

¿Cómo preparamos el instrumental?

Antes de esterilizar es necesario hacer una correcta limpieza y desinfección del instrumental.

Con las medidas de protección necesarias (gafas, gorros, mascarillas, uniformes, guantes gruesos) hacemos la preparación del instrumental mediante estos pasos:

  1. Desinfección del material.
  2. Limpieza automática mediante el Baño de ultrasonidos
  3. Revisión y aclarado con agua.
  4. Secado.
  5. Empaquetado.
  6. Esterilización.
  7. Almacenaje.
  8. Control del proceso de esterilización: físico, químico y biológico.

1. Desinfección del instrumental

Al terminar de atender al paciente sumergimos el instrumental en una solución de desinfectante (en nuestra clínica se usa una disolución en agua al 2% de un detergente enzimático durante 20 minutos). Así se elimina parte de la carga microbiana y evitamos además que se sequen los residuos y haga más difícil su limpieza.

2. Baño de ultrasonidos

Tras la primera descontaminación, el material pasa al equipo de ultrasonidos. Éste contiene la misma solución líquida que el recipiente de desinfección.

Este aparato transforma la energía eléctrica en ondas de alta frecuencia. Cuando estas ondas chocan con los instrumentos, se desprenden las partículas y residuos que puedan quedar tras la desinfección. Es una garantía de que esté perfectamente limpio y preparado para el siguiente paso y sin que el personal de la clínica corra los riesgos que se dan en el lavado manual.

Este proceso permite eliminar también la contaminación de las zonas a las que no se puede acceder o resulta más dificultoso hacerlo con la limpieza manual.

3. Revisión del material

Una vez realizado el ciclo de ultrasonidos, llamado también “batido”, revisamos el instrumental y lo aclaramos.

4. Secado

Es importante que el material esté bien seco para evitar la corrosión.

5. Empaquetado

El material es embolsado herméticamente. Así se facilita su almacenaje, manipulación y mantenimiento tras la esterilización, quedando protegido hasta el momento en que vaya a ser usado.

Ahora estamos en condiciones de esterilizar.

6. Esterilización en el autoclave

El mejor sistema actual de esterilización es el autoclave. Permite alcanzar altas temperaturas en condiciones de humedad y presión de vacío durante el tiempo suficiente para acabar con todos los microorganismos. Hay distintos equipos y programas según el contenido que vamos a esterilizar.

Los autoclaves más modernos permiten llevar un control informatizado de los ciclos, así como realizar test de calidad del proceso.

Nuestro autoclave es de clase B que cumple con la normativa europea EN 13060 y complementa la fase de esterilización con ciclos de sobre presión y vacío para lograr los requisitos marcados para esterilizar objetos sólidos, porosos y embolsados.

7. Almacenamiento

Recogemos el material con mucho cuidado para no dañar el sellado de las bolsas y lo clasificamos con arreglo al uso que vamos a darle.

El instrumental se almacena en un lugar seco, lejos de salpicaduras y aerosoles protegiendo su condición estéril.

Los procesos de esterilización han de ser evaluados periódicamente. Existen varios tipos de controles. Los más frecuentemente usados en las clínicas dentales son:

Controles físicos: Temperatura, humedad y presión.

Controles químicos: tiras impregnadas en tintas que viran de color cuando se dan unas determinadas condiciones de temperatura y presión.

Controles biológicos: se basan en el empleo de esporas bacterianas que son altamente resistentes a la temperatura. Son los que realmente nos aseguran que el proceso de esterilización llevado a cabo en nuestro esterilizador ha sido correcto.

Además de realizarse controles en la propia consulta, se recomienda hacerlos periódicamente en un centro externo que nos asegure que lo que hacemos lo hacemos bien y quede un registro.

En nuestra clínica realizamos en cada ciclo controles físicos, químicos y periódicamente controles externos de esterilización mediante el uso de indicadores biológicos que son procesados en el laboratorio de Microbiología oral de la Universidad de Oviedo.

Esto nos confirma que la esterilización ha sido correcta.

Y supone mejor calidad en la atención y seguridad para nuestros pacientes.

Marina González Carpintero
Higienista dental

Alianna Álvarez de Sánchez
Odontóloga

Dr. Ignacio Martínez Esteban
Médico especialista en Estomatología